Me invitaron a Chiapas y pasamos a visitar la casa de un amigo. Al entrar se sentía un ambiente de mucha paz que sinceramente me sorprendió. Al conocer a su mama, lo entendí. Era una mujer muy sencilla, agradable y sumamente tranquila. Recordé otras casas que he visitado donde se siente ambiente de estrés, enojo o ansiedad y mucho tiene que ver que la atmósfera, es el estado de ánimo de la mujer.  ¿Te ha pasado que al visitar la casa de la abuela o la vecina se sienten ambientes? En la esencia de la mujer está abrazar atmósferas. Busca tener un tiempo para ti porque si mamá está bien, la familia también está bien. Guarda tu corazón porque de él mana la vida..

¿Recuerdas el consuelo de tu mamá después de haber tenido un accidente y lo que te hizo sentir? Las sensaciones que tuvimos de niños son las que más recordamos. Desde positivas a negativas. En eso muchas veces esta nuestra trascendencia como mamás. El abrazo de una mamá, abuela o tía puede confortar, sanara y restaurar.


La sola acción de seguir, abrazar y servir puede marcar una diferencia en nuestras familias y en los ambientes de nuestra casa. Cuando sientas que se han acabado tus recursos por cansancio o estrés te recomiendo tomar un descanso y de no ser posible tener una mirada interna para tomar un respiro y seguir ayudando a nuestros hijos. Muchas veces la vida y las circunstancias nos demandan respuestas que no tenemos, pero confiar y tener esperanza son elementos que nos abren a tener otra actitud y recibir el apoyo que estamos esperando. Recuerda que en ti está la fuerza de trascender.